Te estarás preguntando ¿cómo puedo hacer todo esto sin dañar el ambiente? ¡La explicación es corta! En Basilisco convertimos los pasivos ambientales en activos. Cada parte que conforma una bota lleva consigo una historia de transformación que contribuye a la sostenibilidad. Desde esas partes internas que nunca nos detenemos a observar, como las plantillas, hasta los elementos estructurales bajo el cuero a los que rara vez les damos importancia. Mira, esto es lo que estas usando:
SOSTENIBILIDAD
CORREAS:
Las correas están hechas de caucho de llantas de aviones. Cada aterrizaje de una aeronave genera tal fricción entre las llantas y el asfalto que deben ser arregladas y cambiadas con cierta periodicidad. De esos trozos desbastados en el proceso de reparación de una llanta obtenemos el material para nuestras correas. Una historia más para contar cuando andas con tus Basilisco.
SUELA:
Las suelas están hechas de caucho natural combinado con cascarilla de arroz. No solo son de un material natural con mucho agarre para tus aventuras más libres, sino que además aprovechan un subproducto de la industria arrocera. Montañas de cascarilla quedan del proceso de cultivo de arroz, lastimosamente muchas veces terminan siendo incineradas y emitiendo gases de combustión que no le hacen bien a la calidad del aire. Basilisco le da un nuevo uso a la cascarilla incluyéndola en la aceleración del proceso de degradación de la suela cuando ha sido desechada.
CAPELLADA:
Cuero curtido vegetalmente. No usamos cromo o metales pesados que contaminan las fuentes hídricas. El proceso de curtición vegetal es más lento que el común, pues está basado en la curación natural del material a través de enzimas. Así se obtiene un cuero de excelente calidad con las características de brillo y suavidad que siempre deseamos encontrar, sin llevar a las vertientes los químicos que tanto daño hacen. Genial ¿no?
Caucho reciclado de las llantas en desuso de automóviles. Es la mezcla Basilisco, ideada en nuestra investigación en laboratorios de ingeniería de materiales. Hemos logrado extraer el caucho de las llantas que ya no tienen vida útil, lo convertimos en nuestra materia prima y obtenemos metros de lona de caucho reciclado que le dan vida a nuestra botas. Cuando un par de Basiliscos son desechadas pueden incluirse nuevamente en el proceso de producción, así conseguimos cerrar realmente el ciclo. En Basilisco transformamos llantas en desuso para tu uso.
TALON:
Hacer un aglomerado de todos los residuos que quedan tras troquelar es como se forman las plantillas, contrafuertes y punteras. Todos estos elementos estructurales internos de las botas recolectan desechos que normalmente irían directo a la basura esperando a ser degradados en un relleno sanitario.